jueves, 12 de marzo de 2009

La importancia del juego


“Quien no sepa aprender jugando, que intente jugar aprendiendo”

Te has preguntado alguna vez…

- Si tu hijo/a ¿tiene demasiados juguetes?

- ¿Por qué no juega con algunos de ellos?

- ¿Existen juguetes adecuados para cada edad?

- ¿Son importantes los juguetes o sólo sirven para entretener?

- ¿En que debo fijarme para comprar un buen juguete?

Si lo has hecho, lee con atención este díptico, puede que te ayudemos a buscar respuestas a todos estos interrogantes.


Sugerencias para los padres

Los niños y las niñas necesitan jugar para aprender. En los juegos, reflejan sus experiencias más próximas, sus expectativas, aprenden comportamientos, actitudes y habilidades, que irán conformando su futura personalidad. A través de ellos, se adquieren capacidades y valores que los juguetes refuerzan. Éstos no resultan en sí mismos, adecuados o inadecuados, sino que todo dependerá de la utilización que de ellos se haga.

Por este motivo, es necesario analizar críticamente, desde la escuela y la familia, los juguetes que ponemos en las manos de nuestros hijos teniendo en cuenta cuales son los más adecuados a su edad:

- De 6 a 8 años: Se aconseja el uso de cometas, carretillas, bicicletas, equipos de deporte, juegos manuales, mosaicos, coches teledirigidos, trenes, juegos de preguntas y respuestas, juegos de memoria, experimentos y cromos.

- De 9 a 11 años: Son adecuados para esta edad bicicletas, equipos deportivos, mecanos, construcciones más complejas (maquetas), juegos manuales, de estrategia, de reflexión, de sociedad, audiovisuales, electrónicos y de experimentación.

Sin olvidarnos que en esta etapa son fundamentales los juegos que implican movilidad y potencian las relaciones sociales, así como los libros que trabajan la imaginación y refuerzan los hábitos lectores a cualquier edad.

Recuerda

La elección de juguetes adecuados, en el momento oportuno, pueden potenciar la inteligencia y muchas facetas de la personalidad, tales como la afectividad y la creatividad.

Para saber más…

Hace unos años, en un país no tan lejano, una niña de unos 8 años estaba sentada en el escalón de su casa. Un viejecito que venía caminando despacito con un bastón blanco la vio allí tan aburrida que se acerco a ella:
- ¿Qué te ocurre muchachita? –dijo el anciano-.
- Que estoy muy aburrida y no sé a qué jugar.
El anciano se sentó a su lado y le empezó a contar historias de cuando él era niño, le contó que él jugaba a las canicas o con el trompo y que lo que más le gustaba era jugar con el viejo bastón de su abuelito.
Cuando el anciano se marchó se olvidó el bastó blanco de su abuelito y la niña empezó a jugar con el bastón.
Primero imagino que montaba en un gran caballo blanco que corría por el campo saltando las vallas y cruzando ríos, después que iba en una canoa india y que se iba a caer por una catarata, pero al final no le ocurría nada. También imaginó que volaba sobre la escoba mágica de una bruja…y así pasó todo el día.
A la mañana siguiente, cuando la niña jugaba con el bastón vino el viejecito y, al ver a la niña divertirse tanto, se acerco a ella. La niña al ver al anciano le acerco el bastón y le dijo:
- Se le olvido a usted el bastón ayer y se lo he estado cuidando.
El hombre le dio las gracias y le dijo sonriendo:
- Quédatelo, tú lo usaras más que yo –y se fue-.
La niña no entendió por qué le había dicho aquello, pero siguió jugando y nunca se separo del bastón.
La niña creció y un día cuando ya era muy mayor, andando por la calle con el bastón blanco, vio a un niño aburrido y triste, se acercó a él y después de contarle historias de cuando era niña, le dijo:
- Toma este bastón y ya veras como te diviertes mucho.
Entonces se acordó de lo que le dijo el ancianito y comprendió por qué a ella le hizo más falta su bastón blanco.


Para profundizar…

http://www.mundogar.com/